Antes de nada, darle las gracias a la editorial por el envío del ejemplar.

El mundo de Sebastian Cole es más impredecible de lo que esperamos, pero para conocerlo antes tenemos que presentar a dos de nuestros protagonistas principales, Emma y Oleg. Estos niños no se llevan bien con el resto de su clase, y desde que su otra amiga se fue para otro colegio, se pasan el día aburridos sin saber que hacer. Hasta que un buen día se les ocurre subir inventarse a un amigo imaginario llamado Sebastian Cole para pasar el rato. El caso es que al día siguiente, el mismísimo Sebastian Cole se presenta en su colegio. 

A partir de este momento, nuestros tres protagonistas vivirán un montón de aventuras y se meterán en peligros que jamás creerían. Desde su comienzo, la historia te atrapa, ya que la aparición de un amigo imaginario es lo que mantiene la intriga en todo momento, ¿de dónde habrá salido? ¿A qué viene? Todas estas preguntas son las que llevan a Emma y Oleg a conocer más a su amigo y acabarse metiendo en serios problemas. 

La verdad es que esta serie de problemas por los que pasan me esperaba que fuesen más infantiles,  que mantuviesen relación con el público al que está dirigido. Pero la verdad es que todas sus aventuras acaban rozando lo absurdo desde un nivel particular. Mantiene ese estatus de literatura infantil, pero la trama carece de sentido en sí, y eso es lo que hace este libro tan especial. El autor convierte al mismo tiempo todo lo que no tiene sentido en algo que sí lo tiene. Que fuera de contexto no se entendería, pero con Sebastian Cole es posible. 

Por otro lado, lo que más me ha gustado de este libro es como se abordan ciertos temas, como la amistad o los problemas familiares. Tanto Oleg como Emma vienen de familias disfuncionales, ya sea por problemas financieros como psicológicos, pero es impresionante ver como el autor ha conseguido mostrarlo de una forma tan natural para que el público infantil lo pueda ver y analizar. A parte de la bonita amistad que mantienen Oleg y Emma, la cual considero maravillosa. 

Lo mejor de este libro es su sencillez a la hora de ser leído, ya que todo se explica con claridad. Puede que la pluma del autor no es lo que más me haya gustado, pero sí la bonita edición que ha hecho Blackie Books y las imágenes que lo acompañan, las cuales dan mucho valor y apoyo a la historia.

En líneas generales, a todo aquel público infantil que sepáis que tienen un amigo imaginario, les guste leer y las aventuras imposibles, no dejéis de recomendarle La historia imposible de Sebastian Cole, porque seguro que les gustará.