La luz que perdimos, Jill Santopolo.
Autora: Jill Santopolo.
Encuadernación: tapa blanda
Editorial: Suma
Páginas: 400
Fecha: 2017
Una historia de amor para el siglo XXI.
Una novela conmovedora sobre el poder imperecedero del primer amor con un final inolvidable.
Él fue el primer hombre que la conmovió, que la inspiró,que la comprendió de verdad. ¿Estaba destinado a ser el último?
Lucy y Gabe se conocieron durante su último año en la universidad un día que les cambiaría para siempre. En ese momento decidieron que necesitaban hallar un sentido para su vida, aprovecharla, dejar huella. Jóvenes y enamorados, parecían tener el mundo a sus pies. Lo que no esperaban es que fueran sus propios sueños quienes los separaran. Pero Gabe aceptó ir a trabajar como fotógrafo de prensa a Oriente Próximo y Lucy decidió continuar su carrera en Nueva York.
Así comienzan trece años de anhelos, deseos, celos, traiciones y, sobre todo, amor. Separados por continentes, pero nunca lejos del corazón. ¿Era realmente su destino acabar juntos su viaje?
Espero que algún día encuentres un amor así,
un amor que todo lo consuma, un amor poderoso,
que te haga sentir que te estás volviendo un poco loco...
Pero además invencible e infinito.
Definitivamente tengo una relación de amor-odio con la novela romántica. Me gusta, pero al mismo tiempo me frustra. Y esto viene derivado de que o la cosa acaba muy bien o acaba muy mal. Y en este caso, bueno. Ha acabado sin más, y literalmente. Y eso no me gusta nada, porque las historias de amor de los libros siempre te ponen unas expectativas muy altas sobre las relaciones del mundo real, y cuando te das cuenta de que eso no te va a pasar en la realidad, se te rompe el corazoncito. Y eso me ha pasado a mí con este libro. También pido a la Luna que no me pase algo parecido porque sino me daría un parraque.
A lo que iba, La luz que perdimos narra la historia de amor de Lucy y Gabe, una guionista de programas infantiles y un loco por la fotografía que viven en Nueva York. Se conocen en la facultad y su historia comienza el 11S de 2001 y esta fecha les marcará de por vida, no solo por el atentado que sucedió en la ciudad, sino también porque fue el inicio de su tormentosa relación.
Al principio todo va bien, hasta que el trabajo de Gabe se antepone a la relación y decide marcharse a otro continente para poder continuar su carrera de fotógrafo, lo que provoca que la relación de Lucy y Gabe se desmorone. A partir de aquí cada uno tomará las riendas de su vida por su cuenta hasta que finalmente vuelven a reencontrarse.
Puntuación: 4.
Lo que más me ha gustado de esta novela sin duda es que está narrada en primera persona desde el punto de vista de Lucy a través de flashback y con un montón de preguntas retóricas (de las cuales me siento identificada porque yo también me las formulo a veces), lo que hace mantenerte en vilo hasta el final de la historia que es cuando se desvela el por qué de que está narrado de esa manera, como si fuese un cuento. A lo único a lo que le tendría que poner un pero sería en la forma en la que actúa Gabe de "te llamo solo cuando me siento triste o tengo problemas", porque si hubiese sido Lucy me hubiese cansado de él hace mucho tiempo.
PD: ojalá una Violet diciéndome que quiere lavarse el pelo en la lavadora.
0 comentarios